Cierto día me encontraba viendo fotografías del ultimo viaje con mi novio, cuando encontré algunas que me hicieron preguntarme ¿Cuál es la verdadera historia de tras de cada fotografía? ¿Somos realmente tan felices como se ve? ¿Realmente la estábamos pasando bien?
Bueno, la historia de mi fotografía resulto ser graciosa; después de tanto posponerlo, por fin logramos celebrar nuestro aniversario y descansar el fin de semana en Palenque, a pesar de haber ido en múltiples ocasiones, para mi siempre es reconfortante visitar las ruinas. Vestida para la ocasión (tenis, ropa cómoda, un sombrero y mochila con los artículos necesarios) comenzamos el recorrido.
No había pasado mucho tiempo cuando algo inesperado paso; uno de mis tenis se rompió y regresar no era una opción ya que para mi suerte antes de ir a las ruinas habíamos pasado al hotel a registrarnos y habíamos dejado las maletas en recepción, así que quitada de la pena, me retire los tenis y los guarde en mi mochila.
¡Me atreví a dar el recorrido completo descalza!
En todas mis fotos salgo sonriendo, nadie podría imaginar lo doloroso que fue caminar por el sendero lleno de piedras. Aunque mi felicidad no era falsa, a pesar de lo sucedido realmente disfrute el paseo, me subí a todas las ruinas que quise sin importar lo incomodo que resultaba, pero al ver mis fotografías no puedo evitar recordar el dolor de pies con el que termine aquel día.
Entonces comprendí que las fotografías son solo una ilusión, solo quienes viven el momento saben lo que de verdad sucede. Los personajes solo te dejarán ver lo que ellos quieren que veas y es cuando el telón se baja y la cámara se apaga cuando comienza la historia.
No nos dejemos engañar por las sonrisas faltas y tristeza disfrazada de felicidad que vemos en las imágenes, la realidad podría ser muy diferente.💜
Bueno, la historia de mi fotografía resulto ser graciosa; después de tanto posponerlo, por fin logramos celebrar nuestro aniversario y descansar el fin de semana en Palenque, a pesar de haber ido en múltiples ocasiones, para mi siempre es reconfortante visitar las ruinas. Vestida para la ocasión (tenis, ropa cómoda, un sombrero y mochila con los artículos necesarios) comenzamos el recorrido.
No había pasado mucho tiempo cuando algo inesperado paso; uno de mis tenis se rompió y regresar no era una opción ya que para mi suerte antes de ir a las ruinas habíamos pasado al hotel a registrarnos y habíamos dejado las maletas en recepción, así que quitada de la pena, me retire los tenis y los guarde en mi mochila.
¡Me atreví a dar el recorrido completo descalza!
En todas mis fotos salgo sonriendo, nadie podría imaginar lo doloroso que fue caminar por el sendero lleno de piedras. Aunque mi felicidad no era falsa, a pesar de lo sucedido realmente disfrute el paseo, me subí a todas las ruinas que quise sin importar lo incomodo que resultaba, pero al ver mis fotografías no puedo evitar recordar el dolor de pies con el que termine aquel día.
Entonces comprendí que las fotografías son solo una ilusión, solo quienes viven el momento saben lo que de verdad sucede. Los personajes solo te dejarán ver lo que ellos quieren que veas y es cuando el telón se baja y la cámara se apaga cuando comienza la historia.
No nos dejemos engañar por las sonrisas faltas y tristeza disfrazada de felicidad que vemos en las imágenes, la realidad podría ser muy diferente.💜
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