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Bienvenida al tercer piso

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Y un día desperté y me di cuenta que había crecido. Cerca del tercer piso, ese momento en el que ya no eres tan joven pero tampoco eres vieja. Me siento afortunada de pertenecer a esa generación que aun salía a la calle a jugar con sus amiguitos de la colonia, del esconde esconde y el piedra, papel o tijera; me toco vivir la transición hacia la tecnología y hoy disfruto de sus beneficios; y entre tantas bondades una más: Soy mujer!! 

Ser mujer hoy en día y llegar a los 30 tiene un significado muy diferente que en décadas pasadas, con la liberación femenina y la igualdad de genero tenemos la oportunidad de crecer laboral y profesionalmente, de decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, de elegir entre ser ama de casa o una exitosa empresaria; en pocas palabras, ser nosotras mismas.

Pero llegar hasta este punto no ha sido una tarea fácil; en lo personal, vengo de una familia tradicional, una familia de mujeres trabajadoras y hogareñas (una rara combinación) fuertes pero sumisas y eso me convierte en la oveja negra. Con una mentalidad totalmente liberal, soy la única de todas las generaciones que se atrevió a romper con los paradigmas y debo admitir que no ha sido sencillo, aún me toca escuchar los consejos de mi mamá y su anhelo por verme casada y con hijos porque para ellas de eso se trata ser una mujer plena y realizada, le cuesta entender que para mi ese concepto tiene otro significado, una mujer exitosa es aquella que ha logrado superarse profesionalmente, independiente y auto suficiente, con crecimiento laboral, pero sobretodo que ha entendido que no necesita de una pareja para ser feliz porque la felicidad es ser ella misma, libre y fuerte, que se ama y se respeta.

A pocos días de mis 29 primaveras me siento agradecida con Dios de los logros que he tenido y feliz del lugar al que he conseguido llegar con esfuerzo y constancia y aunque parezca extraño, todo ha sido gracias al apoyo y amor de mi madre que aunque no entienda mi manera de ser me acepta  y siempre está ahí, tras bambalinas gritando que yo puedo lograr todo lo que me proponga.

Ya no soy la misma de ayer, tampoco soy lo que deseo llegar a ser, estoy en el proceso, soy mi proyecto más importante.

Es así como el tercer piso me da la bienvenida con una maravillosa familia, una hermosa sobrina y un novio hecho a la medida.

Seguiré disfrutando, preparándome, divirtiéndome porque después de todo... los 30's son los nuevos 20's.




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