Y un día desperté y me di cuenta que había crecido. Cerca del tercer piso, ese momento en el que ya no eres tan joven pero tampoco eres vieja. Me siento afortunada de pertenecer a esa generación que aun salía a la calle a jugar con sus amiguitos de la colonia, del esconde esconde y el piedra, papel o tijera; me toco vivir la transición hacia la tecnología y hoy disfruto de sus beneficios; y entre tantas bondades una más: Soy mujer!! Ser mujer hoy en día y llegar a los 30 tiene un significado muy diferente que en décadas pasadas, con la liberación femenina y la igualdad de genero tenemos la oportunidad de crecer laboral y profesionalmente, de decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, de elegir entre ser ama de casa o una exitosa empresaria; en pocas palabras, ser nosotras mismas. Pero llegar hasta este punto no ha sido una tarea fácil; en lo personal, vengo de una familia tradicional, una familia de mujeres trabajadoras y hogareñas (una rara combinación) fuertes pero ...