Definitivamente no ha sido fácil, tomar la decisión de vivir sola e independizarse puede llegar a aterrorizarnos. Te contaré sobre mis errores 1.- No tenía un plan, solo las ganas de irme a vivir sola 2.- No elabore un presipuesto. 3.- Ni hablar de un plan de gastos. 4.- No tenía ni idea de los arreglos y tampoco me asesore de un experto. Al final de cuentas los gastos para poder adaptar mi departamento se incrementaron (o más bien nunca imagine que necesitaría tanto). Contrate personas que no hicieron bien su trabajo y al final tuve que pagar para que lo arreglaran nuevamente (doble gasto en material y mano de obra). La verdad es que estaba desesperada por cambiarme y eso me estresaba mucho. Después de todo entendí que debo ser paciente y con 4 meses trabajando duro para terminar aún siguen saliendo desperfectos pero como dicen "Roma no se hizo en un día", cada vez falta menos para lograr mi meta, mientras disfrutaré el camino y tomaré el proceso como aprendiz...